Tres mitos del negocio inmobiliario que todo emprendedor debe conocer

Se dice que muchos de los mitos modernos, nacen gracias a los llamados sesgos cognitivos, los cuales terminan por ofrecer una interpretación errónea y sistemática de la información a nuestro alcance, ejerciendo así en la forma en que procesamos nuestros pensamientos y en la toma de decisiones.

El sesgo puede ser pesimista si nuestros sentidos se encuentran orientados hacia una búsqueda, y desproporcionado encuentro, con el aspecto negativo de la realidad o ser un sesgo optimista cuando la exageración se ubica en el otro extremo. 

Ambas visiones nos colocan en un punto ciego que solemos llenar con prejuicios, miedos, aversiones o negaciones que pueden servir para alimentar los famosos mitos modernos y entre estos los del negocio inmobiliario.

Los expertos de la franquicia Alfa Inmobiliaria nos comparten en esta ocasión tres mitos clásicos del sector que al reconocerlos como tales nos pueden ayudar a tomar mejores decisiones, orientarnos en nuestro desarrollo y a evitar falsas expectativas durante nuestro recorrido inicial en el negocio inmobiliario:

1.   Tienes que ser un vendedor nato con conocimientos en el sector

Todo lo contrario, muchas veces la experiencia y conocimiento del sector inmobiliario puede limitar nuestro campo de acción.

Claro, esto solo si es que dejamos que los sesgos a manera de prejuicios se metan en medio de nuestro desarrollo profesional, de otra forma nuestra experiencia siempre estará a nuestro favor.

Por otro lado, iniciar un negocio inmobiliario, desde cero, puede ser una ventana de oportunidad real.

Siempre y cuando nos encontremos bajo la guía de una metodología exitosa y comprobada.

Una disposición fresca y receptiva puede ser la fórmula inteligente que nos permita establecer cimientos sólidos en nuestro emprendimiento.

El mundo disruptivo de hoy nos ha obligado a vivir en un estado de cambio permanente, por ello, quienes aprendieron y experimentación los métodos exitosos de ayer, y eso si ya aceptaron su condición contraria a la realidad del presente, están obligados a desaprender lo aprendido desde la raíz lo que hace menos eficiente su desempeño.

2.   Si comienzas tu negocio inmobiliario ganaras dinero inmediatamente

Este mito moderno es un monstruo que acecha sin tregua a todo espíritu emprendedor y que apunta a todos los sesgos de la razón humana por medio de promesas falsas

Es verdad que el seguimiento puntual de un buen sistema de servicios inmobiliarios terminará por dar resultados, pero estos, como cualquier inversión sólida, no ofrece ganancias inmediatas.

A parte de considerar el retorno de inversión de manera contable cuando nos iniciamos la aventura de emprender nuestro negocio inmobiliario no debemos olvidar la naturaleza del mismo y su correcta percepción donde se gana cuando todos los involucrados ganan, es decir, la medida no es cuántas casas se venden sino la satisfacción del cliente por nuestros servicios.

Aún si queremos dejar fuera la parte cualitativa del negocio y tomar como referencia la cuantitativa debemos recordar que el sector tiene tiempos predeterminados, por ejemplo, la formalización notarial e hipotecaria es lenta tras una venta.

Puede que vendamos hoy, pero tendremos que esperar varias semanas para ver reflejados los ingresos en nuestro negocio inmobiliario. 

3.   Sé tu propio jefe, trabaja y gana donde quieras y cuando quieras 

Este mito moderno disfrazado a plena vista de frase promocional es engañoso pues si bien es cierto que quien emprende gana en muchos aspectos las invitaciones para tomar la decisión de trabajar para uno mismo tiene sus reservas para anunciarnos sobre el tiempo, determinación, dedicación, esfuerzo y paciencia necesaria para llegar a esas promesas de libertad, una verdad que se oculta o no se menciona a conveniencia.

Las consecuencias de seguir estas voces generan el crecimiento de un falso optimismo que más temprano que tarde se convertirá en desilusión pues quien siga adelante en su emprendimiento inmobiliario.

Se dará cuenta que la responsabilidad de estar a la cabeza de un negocio tal vez no le deba responder a un jefe, pero en su lugar, debe responder a muchas personas más de lo que pensaba.

Al ser la noción de servicio a los demás, antes que el beneficio propio, la clave para el éxito en cualquier emprendimiento no solo se debe responder, como jefe, a los clientes, sino también a empleados y a terceros implicados en el buen desempeño de nuestra aventura.

¿Quieres saber de un modelo de negocio más inteligente y humano, basado en técnicas de la neurociencia y un acompañamiento permanente para hacer realidad tu proyecto personal y profesional, que incluso traspasa generaciones?

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